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Treinta años de la Constitución verde

En este año 2021, en medio de grandes dificultades en varios campos de la vida de nuestro país, Colombia celebra los 30 años de la Constitución de 1991, que ha sido llamada por muchos la Constitución Ecológica, dada la novedosa y trascendental exaltación que hace de la mayor riqueza natural del planeta, y de nuestra diversidad de etnias, lenguas y culturas.

Esta Constitución fue fruto de una iniciativa de grupos de jóvenes universitarios que lograron que el país convocara una Asamblea Nacional Constituyente para sustituir la Constitución de 1886 y sus varias reformas. 

El contenido ambiental de la nueva Constitución es enormemente valioso y novedoso, pues hasta entonces las Constituciones de Colombia carecían del reconocimiento del patrimonio natural y cultural de este país. Apenas algunas normas que pueden ser leídas desde la perspectiva ambiental, hablaban de las atribuciones del Congreso para regular los baldíos en Colombia, o las competencias de las asambleas departamentales sobre colonización de tierras de los departamentos, o un tema recurrente que se refiere a la apertura de caminos y canales navegables, construcción de vías férreas, explotación de bosques y canalización de ríos.

Fue el evento que convirtió al medioambiente en un tema de relevancia internacional. Reclamó el derecho fundamental a disfrutar de condiciones de vida adecuadas en un ambiente de calidad tal que permitiera llevar una vida digna y gozar de bienestar, y defendió la solemne obligación de proteger y mejorar el medioambiente para las generaciones presentes y futuras.

La sobreexplotación de los ecosistemas naturales y la crisis ecológica son un problema social, moral, económico y político que compromete a los poderes públicos, que atañe a los derechos y deberes de los gobernados, y su defensa es uno de los objetivos básicos del Estado. El derecho constitucional del nuevo milenio es el reflejo de esta nueva realidad. Por ello las constituciones recientes incluyen este importante tema. En Colombia era indispensable además el reconocimiento de los derechos especiales y excepcionales a los grupos étnicos; de las costumbres que son diferentes de las de la mayoría; de las comunidades ancestrales, de sus lenguas y dialectos. La Constitución declara que el Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana.

¡Los constituyentes de 1991 estuvieron a la altura de esta responsabilidad! Redactaron una Constitución con audacia, sin temor a hacer cambios trascendentales y de fondo. ¡Un avance gigantesco! Ha dicho la Corte Constitucional que la Constitución modificó profundamente la relación normativa de la sociedad con la naturaleza. Así pues, lo que nos corresponde, es apreciar la Constitución y aplicarla.

Articulo tomado de:

http://: https://www.semana.com/mejor-colombia/articulo/treinta-anos-de-la-constitucion-verde-el-reconocimiento-constitucional-del-patrimonio-natural-y-cultural-de-colombia/202100/

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