Los astros se están alineando para que Colombia entre en una era de conciencia ambiental en la construcción, dice el vicepresidente técnico de Camacol, Edwin Chiviri. Hoy existen 138 proyectos residenciales certificados con el sello Edge.
El creciente número de edificaciones certificadas con Edge es un indicador de esta transformación. Actualmente, existen 138 proyectos residenciales certificados en el país, según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol). Más aún, el último informe del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible señala que el 5 por ciento del área licenciada para vivienda en la última década está en proceso de obtener este sello. Para ello, los proyectos inmobiliarios deben garantizar como mínimo un 20 por ciento de ahorro en energía y agua, y en la energía necesaria para la producción y transporte de materiales.
A partir de este 2022, además, las familias interesadas en comprar viviendas no VIS con certificación de sostenibilidad podrán aplicar a Ecobertura, un programa de subsidios lanzado por el Ministerio de Vivienda que cuenta con un presupuesto de más de 250.000 millones de pesos. “Se están alineando los astros de manera que, a lo largo de los próximos cuatro años, al menos una de cada dos viviendas nuevas será certificada en construcción sostenible”, afirma el vicepresidente técnico de Camacol, Edwin Chiviri.
El ahorro está en los detalles
Las propiedades residenciales producen entre el 17 y el 21 por ciento de las emisiones de carbono a nivel global, según el Consejo Mundial de Construcciones Verdes. Hoy, la principal forma en la que las constructoras están reduciendo la huella de carbono es haciendo diseños más eficientes. Por ejemplo, la correcta ubicación de las fachadas respecto al sol permite aprovechar al máximo la luz natural y regular de mejor manera la temperatura. La suma de estas eficiencias también significa buenas noticias para el bolsillo de los residentes. Según la directora de sostenibilidad de Camacol, Katherine Bobadilla, “el posible mayor costo que puede involucrarse en un proyecto sostenible es una inversión que se recupera a lo largo de cinco o seis años solamente con el ahorro energético”.
Nada se desperdicia
La energía necesaria para que los materiales de construcción lleguen a la edificación –desde la extracción de materias primas hasta su transformación y transporte– suele ocupar entre el 10 y el 25 por ciento de todo el consumo de energía del ciclo de vida de un proyecto inmobiliario, según estimaciones del manual ‘Ecología de los materiales de construcción’. Ante esto, Roberto Moreno, presidente de Amarilo, explica que cada vez es más importante adquirir productos y materiales que demanden menor cantidad de energía durante su producción y transporte.
Articulo tomado de: https://www.semana.com/hablan-las-marcas/articulo/en-cuatro-anos-al-menos-una-de-cada-dos-viviendas-nuevas-sera-certificada-en-construccion-sostenible/202229/