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El primer colegio público certificado LEED de Latino América, queda en Colombia.

Este espectacular edificio donde el concreto es protagonista, recibió el reconocimiento como el colegio público más sostenible de la región.

IE Gabriel García Márquez, un ejemplo de sostenibilidad en colegios públicos.

La institución Educativa Gabriel García Márquez, sede Panorama, localizado en el municipio de Yumbo, Valle del Cauca, es el perfecto ejemplo de construcción sostenible. Logra el balance adecuado entre responsabilidad ambiental, responsabilidad social e inversiones inteligentes, y debería ser el referente por excelencia de los futuros colegios públicos que se diseñen y construyan en el país.

El principal y más grande logro de este colegio público y del equipo de diseño liderado por los arquitectos Jota Paul Restrepo y Camilo Restrepo Ochoa de la firma Agenda Arquitectura, fue que se pudo demostrar que construir colegios públicos de alta calidad es totalmente factible sin impactos presupuestales significativos y logrando espacios confortables que aseguran una mejor educación para los niños más vulnerables.

Desde la concepción del edificio se pensó que fuera eficiente energéticamente, térmicamente confortable, pero además de bajo mantenimiento y es por esto, que se alineo perfectamente con el sistema de certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), la certificación para construcciones sostenibles más reconocida a nivel mundial.

Este proyecto de 1.720 m² construidos, en el que el concreto fue protagonista desde la estructura, con concretos de alta resistencia en las losas y concreto lanzado en la construcción de un muro de contención, pero especialmente en la fachada que fue vaciada con un concreto color ginger, que le da un toque distintivo dentro del contexto del barrio y lo convierte en un punto de referencia ineludible. En este proyecto nada se dejó al azar y cada aspecto del edificio fue minuciosamente estudiado mediante múltiples simulaciones computacionales para garantizar que los espacios tuviesen las condiciones de temperatura, luz natural, flujo de aire y acústica adecuada para que los estudiantes se sintieran cómodos y así se pudieran concentrar en el estudio.

Y es que, según varios estudios de reconocidas instituciones como el Center for Green Schools, este tipo de colegios tienen un impacto significativo en la concentración, confort e incluso una mejora en los resultados en los exámenes de los estudiantes. Lo que resulta en una estrategia muy valiosa para empezar a cerrar la brecha social, pues la educación es el mejor mecanismo para el ascenso social.

Por lo pronto, este proyecto fue presentado durante la feria anual de construcción sostenible – Greenbuilding Mexico 2019, como un ejemplo latinoamericano por ser el primer colegio público en lograr el reconocido sello LEED, otorgado por el US Green Building Council. Y recientemente el Ministerio de Educación Nacional, con el apoyo del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), ha usado este caso de éxito como referente para la elaboración de la “Guía para la implementación de estrategias de sostenibilidad en diseño y construcción de colegios nuevos de jornada única en Colombia”. Y esperamos que pronto este tipo de prácticas se vuelvan el común denominador de todos los colegios públicos en el territorio nacional, garantizando una infraestructura educativa de calidad que permita una buena educación de los más necesitados de la sociedad. Pues estamos convencidos que solo con educación de calidad podemos empezar a cerrar las brechas de desigualdad y finalmente progresar todos como país.

Logros avalados por la certificación LEED

En este colegio que partió de una iniciativa entre el sector público y privado, con el liderazgo de la Fundación Argos, el Ministerio de Educación, la Alcaldía de Yumbo y Findeter, quienes unieron esfuerzos e invirtieron más de 5.500 millones de pesos, se lograron resultados excepcionales que vale la pena destacar:

  • Lo más importante es el impacto social, con lo cual está infraestructura, beneficiará a cerca de 260 niños y jóvenes, pero igualmente a la comunidad del barrio que podrán hacer uso de esta infraestructura para eventos comunitarios.
  • El edificio fue pensado para ser térmicamente agradable, reduciendo al mínimo la necesidad de aire acondicionado o ventiladores de techo, asegurando que los estudiantes estén confortables y se puedan concentrar.
  • El mobiliario fue donado por la Fundación Postobón, mediante el programa MiPupitre Postobón y son muebles hechos de material reciclado, recuperando 25 toneladas de desechos de Tetra Pak, es decir, 2,8 millones de cajitas de jugos de 250 ml, que dejaron de ir a los rellenos sanitarios.
  • El colegio cuenta con un bicicletero hecho de material reciclado y les permite a los estudiantes guardar de manera segura y cómoda sus bicicletas mientras estudian.
  • El edificio está pensado para inculcar la responsabilidad ambiental y el cuidado del planeta desde temprana edad en los niños, los que seguro los convertirá en personas más críticas y responsables a futuro.
  • El colegio conto con un estudio acústico y varias estrategias encaminadas a garantizar espacios adecuados para el aprendizaje. Y es que, aunque parezca obvio, no muchos colegios públicos se diseñan teniendo en cuenta especialidad que es fundamental para el aprendizaje de los estudiantes, pues si el estudiante que está en la última fila no puede escuchar bien al instructor, no se puede concentrar en lo que le están enseñando y su desempeño académico no será el ideal.
  • El impacto presupuestal para llegar a nivel de certificación LEED fue cercano al 1,8% del presupuesto de cualquier otro colegio público con igual área construida. Lo que demuestra que con inversiones inteligentes y sabiendo donde poner los recursos se pueden lograr colegios públicos que nada tendrían que envidiarle a un colegio privado.

Adicionalmente el proyecto cuenta iluminación LED, aprovechamiento de la luz natural por la disposición arquitectónica de los espacios, aprovechamiento de las corrientes de aire natural, recolección de aguas lluvias, aparatos sanitarios eficientes entre otras estrategias que lo convierten en un edificio eficiente energéticamente y en el uso de los recursos hídricos.

De esta manera, el Colegio es una edificación que rompe paradigmas y preceptos sobre la construcción sostenible; una edificación que lidera el cambio hacia instituciones públicas que no solo provean un espacio para estudiar, que ahorran agua y energía, pero que principalmente se preocupan por la comodidad de sus estudiantes y profesores.

Esperamos poder ver más colegios públicos como este en el futuro próximo.

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